¡école!
interj. V. ¡eco!
Napoleón Ponce la escuchó incrédulo y desorbitado. Luego volviendo a sus casillas dijo totalmente convencido: —¡École! Creo que has dado en el mero clavo.
|| école cuatro.
loc. interj. V. ¡eco!
—¿Y cómo te llamas tú? —Humberto Ortiz. —Choca esos cinco, yo también. —¿Tú también eres Humberto Ortiz? —École cuatro. —¿Y tú qué vienes a ser mío? —Yo vengo a ser tu hijo.
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