MANEJO DEL DICCIONARIO EN LA PLATAFORMA VIRTUAL ACADÉMICA

1. ORDEN EXTERNO O MACROESTRUCTURA.

El DiPerú es un diccionario estrictamente alfabético palabra a palabra, incluso lo es en el orden de las locuciones o entradas complejas de cualquier tipo, a diferencia de otros diccionarios en que el orden lo da supuestamente la palabra semánticamente más rica. Así, una locución como al toque se encuentra en la entrada a y ahí, a su vez, en el orden correspondiente. Exactamente lo mismo que haría una computadora. Integra, además la elle en la ele, la erre en la ere y la she en la ese, con igual criterio. Para más información, consúltense la Planta.

2. REMISIÓN.

Muchas palabras remiten a otras en su totalidad o bien en alguna de sus acepciones, lo cual se indicará fehacientemente. Se otorga preferencia a la palabra definida, no a aquella desde la que se remite. No obstante, la doble presencia presupone la aceptación de las dos formas, las cuales se diferencian por algún registro o criterio de uso. Por ejemplo, choche. «pop.». V. pata (ac. 1), indica que choche es un registro más popular (bajo, íntimo, etc.; marcado socialmente, en definitiva) que pata, al que remite en su primera acepción. Lo mismo sucede en las dos acepciones siguientes.

3. ORDEN INTERNO O MICROESTRUCTURA.

Los artículos del diccionario se ordenan del modo siguiente. En primer lugar, aparece la entrada en color rojo, seguida de un punto. A ella le suceden los distintos registros; en este orden: gramaticales, sociolingüísticos y pragmáticos, diatópicos, diatécnicos y, finalmente, las marcas de frecuencia de uso, cuando existan. Para poderlos entender debidamente será preciso, en ocasiones, recurrir a las abreviaturas que figuran al final de la Planta (ver sección Apéndice de la Planta). Por ejemplo:

ocllar. tr. «coloq.». SI. Cubrir, proteger entre los brazos, junto al pecho, especialmente a los bebés.

Este artículo nos muestra que estamos ante un verbo transitivo, que se trata de una palabra de uso coloquial y que se emplea sobre todo en la Sierra, rasgo este último muy frecuente cuando se trata de quechuismos. Obsérvese que los registros gramaticales se escriben en letra redonda no marcada, los sociopragmáticos entre comillas francesas «…», los geográficos en itálica y los técnicos en letra redonda y también con mayúscula. Un ejemplo técnico, de medicina, lo tenemos en:

raspaje. m. Med. Operación de limpieza mediante raspado, para eliminar tejidos en órganos lesionados.

4. REGISTROS.

Los artículos del diccionario se inician con el lema, al que siguen los referentes gramaticales clásicos y los distintos registros. Algunos de estos son conocidos por todos los usuarios. Otros quizá necesitan alguna explicación. Por ejemplo, los niveles sociales de uso se desglosan en lenguaje culto o hiperculto (para casos extremos o de gran cursilería), estándar (que no se registra con ningún rótulo), coloquial (que implica un uso cuidado, pero no formal del lenguaje), popular (que afecta a aquellos usos poco cuidados o propios de personas de poco formación académica y de dudoso gusto), vulgar o hipervulgar (para casos de mal gusto y perversión del lenguaje) y vejatorio (cuando implican insulto, racismo, desigualdad de género o religión, etc.). Los registros pragmáticos estrictos se utilizan solo para interjecciones y vocativos y deben ser relacionados con las funciones apelativa y expresiva del lenguaje, junto a otras como la fática etc., tal y como las formuló Roman Jakobson.

5. EJEMPLOS.

Toda entrada del diccionario va seguida de ejemplos, todos los necesarios para cubrir cada una de las acepciones de la palabra y cada una de las subentradas con las suyas, cuando las haya. Así (en itálica):

chuño. m. 1. Papa deshidratada, secada al sol, al frío y al aire. Papa congelada a la intemperie y expuesta al sol para deshidratarla. Hay chuño blanco y chuño negro. 2. Harina de la papa seca. La fabricación de chuño es la forma tradicional de conservar y almacenar las papas durante largas temporadas. Es usada como espesante en todo tipo de platos y mazamorras. || chuño inglés. m. Almidón de la papa en forma de harina. El almidón de papa, o harina de chuño, es comúnmente conocido como chuño inglés en los mercados municipales de Lima.

Obsérvese que para su mejor reconocimiento los ejemplos van intercalados en cada acepción y en ellos se pone en negrita la palabra o palabras definidas con los complementos necesarios del entorno para ajustar los enunciados. Los ejemplos se distinguen de las definiciones por el tipo de letra. Todos los ejemplos están tomados de usos reales: de Intenet, de textos literarios, recogidos del lenguaje oral, solicitados a informantes, etc. No obstante, los ejemplos han sido modificados en parte con algunos fines: 1) acortarlos si son demasiado extensos, 2) mejorarlos en su ortografía, 3) ajustarlos en su expresión morfosintáctica, 4) eliminar en ellos, en lo posible, referencias directas a personas o instituciones, sobre todo en casos de valoración negativa de las mismas, aunque se ha procurado conservar la frescura de las emisiones reales.

6. ORTOGRAFÍA.

Se ha seguido la ortografía general aprobada por la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE). En muchos casos, ha sido preciso modificar ciertos usos caóticos, cosa que se ha aprobado por consenso, como es el uso de la ye (en posición vocálica interna (aillu, aimara), de hache inicial ante u en préstamos indígenas (huasca), de she (shungo, ancashino), de be y uve (cebiche, ceviche) u otras grafías (callhua) del español peruano. En casos de uso variable, que son excesivos por la desorientación general de Internet, sobre todo, y por carecer de normativa al no estar aprobados con anterioridad por la Academia, se elige una única ortografía; en casos de doble uso manifiesto, que no choque con las directrices generales, se propone preferentemente una ortografía (huaraca), aunque haya una segunda forma aceptable que remita a esta (guaraca). Así:

guaraca. f. V. huaraca (ac. 1). 2. V. huaraca (ac. 2).

huaraca. f. Trad. Honda de origen prehispánico tejida con lana. 2. neol. Cordel para impulsar el trompo.

Cuando la forma ortográfica es poco aceptable o choca abiertamente con los hábitos ortográficos del español peruano, se prescinde oficialmente de ella (seviche, sebiche). Solo se admite doble lema en casos de alternancia mayúscula / minúscula o de variación del acento (huatia / huatía), en donde se da preferencia, por más usual, correcta o culta, igualmente a la forma escrita en primer en lugar (huatia):

huatia / huatía. f. Coc. Asado de tubérculos al rescoldo. 2. Preparación y cocción de alimentos dentro de un horno de piedras y terrones calentados, que se desmorona y cubre para concentrar el calor.

Las palabras compuestas habituales se escriben todo junto: chirichiri, sachaporoto. Las entradas complejas no reducibles a una única palabra ortográfica se escriben separado: cumbia amazónica / cumbia andina / cumbia peruana.

7. INCLUSIÓN DE ENTRADAS.

Las variaciones de género o número, así como las pronominales en el verbo o las que respondan a accidentes morfológicos de flexión se incluyen como subentradas en la entrada principal del artículo:

batir. tr. «coloq.». Burlarse insistentemente de alguien. || batirse. prnl. Hacer una tarea con mucho entusiasmo y esfuerzo.

chuncho, cha. m. y f. / adj. «coloq.». Nativo oriundo de los pueblos indígenas de la Amazonía. 2. adj. <Referido a una persona> Poco sociable, huraño. || chuncho. m. Planta herbácea aromática, de tallo recto, de hojas oblongo-lanceoladas que llegan hasta el ápice y de flores amarillas o anaranjadas. N.c.: Calendula officinalis. 2. m. Híp. Ídolo que lleva en la cabeza el caballo de paso. || chunchos. m. pl. Mús. Danza folclórica, cuyos integrantes son varones vestidos de blanco, quienes haciendo acrobacias, acompañan en su recorrido a la imagen de la Virgen o a algún santo patrón.

8. HERENCIA DE REGISTROS.

Cuando una entrada tenga más de una acepción, las que siguen a la primera no llevarán marca de registro alguna, pues se supone que heredan la anterior.

Solo en casos de cambio de registro se incluirá el que corresponda, el cual dominará a su vez a las acepciones que le sigan. Ejemplo:

vacilada. f. «coloq.». Broma, generalmente con burla. 2. Diversión o entretenimiento. 3. Titubeo, falta de decisión.

Se supone que las tres acepciones implicadas son de género femenino y registro coloquial. Eso no sucede en cambio en:

vacilón. m. «coloq.». Situación jocosa que causa burla. 2. Pasatiempo, actividad en la que habitualmente se pasan ratos agradables. 3. com. Persona con quien se tiene un encuentro sentimental pasajero u ocasional. 4. m. «coloq., juv.». V. affaire (ac. 1).

La acepción 1ª es masculina y de registro coloquial. Así es igualmente la 2ª. La 3ª es de género común (invariable igualmente, pero aplicable a los dos sexos). Este mismo registro tiene la 4ª, la cual ahora es de registro doble, coloquial y juvenil, y continúa siendo masculina.

9. HERENCIA DE POLISEMIA.

Las palabras que se introducen en cabeza, como lemas, se considera que forman un único bloque semántico, aunque tengan diversas acepciones o subentradas dependientes de ellas. Es el caso de cualquiera de los ejemplos anteriores. Cuando no sea así, se tratará de voces que están en situación de homonimia, es decir que, sonando igual al oído y escribiéndose igual, se aplican a una herencia etimológica diferente. En este último caso, llevarán índices numéricos para indicar que se trata de entradas independientes. Por ejemplo:

suri1. m. Ave corredora, de color gris pardo a castaño con motas blancas, de patas muy largas y muy veloz y garras afiladas en los dedos. N.c.: Pterocnemia pennata. 2. f. Alpaca de lana muy larga y sedosa. N.c.: Lama pacos.

suri2. m. Larva grande, blanca, muy grasa, del picudo negro, que crece en el aguaje y el pijuayo. N.c.: Rhynchophorus palmarum.

Entre el avestruz o ñandú referido como suri1 y la variedad de alpaca se encuentra, probablemente, una motivación etimológica común, probablemente del aimara suri. No así en el gusano (suri2), voz que procede tal vez de alguna lengua indígena amazónica, de donde pasó al quechua de Áncash como shiwri ‘larva’ y no de otras lenguas indígenas, en este caso andinas.

10. INTERPRETACIONES DUDOSAS.

Para situaciones infrecuentes, o no previstas, deberá consultarse en caso de duda a la Academia Peruana de la Lengua, la cual ofrecerá lecciones de manejo de la obra para aquellos usuarios que estén interesados, y en los que se analizará la Planta en su totalidad.

11. CONSIDERACIONES ÉTICAS.

Se pide a los lectores que ejerzan ellos mismos de enjuiciadores de la obra en lo que toca al respecto a la colectividad y su representación ponderada en las entradas que lo componen. Como guía es preciso decir a todos que se ha procedido con un hondo respeto a las diferencias de edad y sexo, de creencias y actitudes, de procedencia geográfica y de registro de voces. No hemos pretendido hacer nunca censura previa, por lo que puede haber palabras que hieran los sentimientos de muchos colectivos. Seguramente así será, pero eso no es óbice para ejercer de notarios de la mismas y recogerlas, aunque -eso sí- ofreciendo las correspondientes restricciones de registro (vulg., vej., etc.), porque una cosa es el respeto a todos y a sus particularidades sensibilidades y otra el mundo de las palabras que no es inocente ni puro, ni tan perfecto ni equilibrado como quisiéramos. Será labor de los educadores enseñar a sus alumnos la carga ética de las palabras, para poder utilizarlas y analizarlas con la mayor justeza posible.

ABREVIATURAS

Las abreviaturas aprobadas para la edición en papel y posteriores ediciones del diccionario son las que figuran en el Apéndice final (ver sección Apéndice de la Planta), entre las que se encuentran las utilizadas en esta edición.

 

Julio Calvo Pérez
Director Técnico
Miembro correspondiente de la APL


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